Es un antiguo método del Tíbet, en el que la acción, las técnicas del Masaje y las propiedades de la miel pura, actúan de forma sinérgica.
La combinación de las propiedades terapéuticas y alimenticias de la miel y el tratamiento con las técnicas específicas del Masaje desintoxicante, fortalecen la circulación sanguínea y linfática, calienta las zonas tratadas, aporta oxígeno a las células, lo que lleva a librar al organismo de las toxinas acumuladas y quemar la grasa.
La fuerza terapéutica de la miel es conocida desde hace miles de años. La miel contiene no solo agua e hidrocarbonatos, también azúcares de uva, frutales, azúcar de almidón (maltosa), proteínas, ácidos orgánicos y lactosa (azúcar de leche). En su contenido también entran importantes minerales y micro elementos como calcio, cloro, cobre, hierro, magnesio, fosforo, potasio, sodio, salicílico y azufre.
La miel de abeja contiene sobretodo las vitaminas B1, B2, B3, B6, B8, B9, enzimas importantes, componentes aromáticos, acetilcolina, estrógeno y componentes antibióticos. Según los datos científicos el contenido de la miel está más cerca del plasma sanguíneo humano y se absorbe casi momentáneamente en la circulación sanguínea.
El Masaje con miel es muy aconsejable e indicado para cansancio, estrés y tensión acumulada, problemas con la columna vertebral y es indispensable siempre en la lucha contra la obesidad y la celulitis.
También para casos de artrosis (coxartrosis y espondilo artrosis), enfermedades del hígado, enfermedades pulmonares, migrañas, falta de sueño, depresiones, cansancio crónico, y para acelerar la recuperación después de una enfermedad grave.